Quiero compartirles algo que desconocía y que al saberlo me generó un gran interés. El tema tiene que ver con la biología de las abejas Apis Mellifera y esto puede darnos mucho aprendizaje y reflexión. Este tipo de abejas tiene tres castas perfectamente identificadas que forman su comunidad.
- La abeja reina, con aparato reproductor funcional y a cargo de la fecundación de la colmena.
- Las abejas obreras, hembras infértiles con un tamaño inferior al de la reina y con actividades laborales sumamente específicas que van cambiando conforme a su edad.
- Los zánganos, su función principal es fecundar a las reinas en los vuelos nupciales para después morir por la causa.
Las dos castas de hembras, reinas y obreras, cuando están en estado de larva tienen el mismo ADN, la misma dotación genética, por lo que NO debería de haber dichas castas, ni tampoco diferencias físicas y de comportamiento tan notables como en realidad tienen. No habría motivo por el cuál las reinas muestren un comportamiento típico de su casta, como puede ser liderar a miles de integrantes de su colmena, identificar y matar a sus rivales o realizar vuelos de apareamiento.
Y una pregunta que me surgió fue ¿entonces que las hace diferentes a estas dos abejas nacidas genéticamente idénticas? La respuesta es “la alimentación”. A ambas en su gestación, otras abejas obreras adultas les dan de comer jalea real, pero luego a la gran mayoría les cambian su alimentación por polen y miel diluida, y son las elegidas como reinas a las que seguirán dándoles jalea real durante el resto de su vida. Esta diferencia en su alimentación va a desencadenar cambios epigenéticos en las larvas, que generan cambios profundos tanto físicos como de comportamiento.
En nuestro caso como especie, sucede algo con cierto parecido, ya que existe una alimentación que genera cambios profundos tanto físicos como de comportamiento en nosotros. Es una nutrición complementaria a la alimentación física que por supuesto es muy importante, esta se base en el alimento que le damos a nuestra mente y el alimento que le damos a nuestro espíritu a través de un entrenamiento que genere hábitos en nuestro día a día.
Y esto lo podemos llevar a toda organización o equipo de trabajo como un programa de entrenamiento con bitácoras diarias y un seguimiento durante 21 días, que estamos seguros ayudará a tus colaboradores a ejercer su auto liderazgo que todos llevamos incubado.
Las bitácoras están divididas en tres nutrientes principales.
Nutriente 1. Entro en acción con la vida, cuido mi cuerpo, mi alimentación y mis pensamientos.
Nutriente 2. Tengo mis metas bien definidas y no me olvido de rezar, meditar o reflexionar, utilizando mi inteligencia emocional y ejerciendo mi auto liderazgo.
Nutriente 3. Soy un atleta de alto rendimiento, mi vida es una preparación para ir a las olimpiadas.
Puedes iniciar este programa en tu empresa creando un comité con el reto de “creación de nuevos y mejores hábitos personales”, genera un taller de sensibilización que impartas de forma breve pero efectiva, y en conjunto con tu área de Recursos Humanos o tus gerencias, crea tus bitácoras y dale un seguimiento diario fomentando en los participantes un ambiente colaborativo y motivacional.
El reto es que con un cambio de nutrición, hagamos que el auto liderazgo florezca en cada uno de nuestros colaboradores.
Si te interesa saber más al respecto de cómo implementar programas de incubación de hábitos en tu organización o equipo de trabajo, por favor contáctanos a:
Saludos y esperamos recibir tus comentarios.
Carlos Cagigas
@carloscagigas